jueves, 11 de junio de 2009

La Captura del Siglo .-Cap. 2: La predecibilidad es signo de vulnerabilidad

El aumento del tono de las voces de los agentes provenientes de las radios transmisores vuelve a la realidad al jefe del GEIN y lo saca de sus cavilaciones.

Ingeniero, que ese día estaba a cargo de supervisar el trabajo de “campo” de los grupos de ovise, con voz pausada y grave, pasaba lista a los agentes que ya estaban ubicados en los puestos cercanos de los objetivos o blancos (sujetos sospechosos o miembros de SL) a partir de las seis de la manana.

Había pasado casi tres meses desde el inicio de la Operación Victoria”, nombre con que se le conocía a esta operación de inteligencia empezada en julio del 92, y por experiencia, sabía que una operación de inteligencia de esta naturaleza no debía extenderse demasiado, porque todo puede suceder .

Por la escasez de medios y agentes, las operaciones no debían durar más de tres meses y después de ese tiempo, cada día que pasaba la situación se tornaba delicada y el riesgo de fracasar crecía porque podía ser detectada la vigilancia y el seguimiento .

Por ello, había que estar atento a cualquier gesto o actitud de los “objetivos” para deducir si habían “sacado“ la ovise.

Los alrededores donde se suponía que podía estar viviendo el líder senderista, Abimale Guzmán, se conocía como “Cancha-1” y la casa como “El Castillo “(cuadra 1 de la Urbanización Los Sauces-Surquillo).

La “Cancha-2” era las inmediaciones del departamento donde estaba alojado el Coordinador Nacional del PCP-SL, Germán Sipión Távara , conocido como “ Zorro“, clave que le habían colocado los mordedores para las comunicaciones , tomando en cuenta que era un sujeto avispado y que rompía fácilmente la vigilancia y el seguimiento.

Foto.- Lolo y Lola ingresando a la cochera de El Castillo.

"La Fortaleza" era la oficina del creador del GEIN, ubicada en el segundo piso de la Central Operativa “15 de Setiembre “, lugar desde donde se dirigía todas las operaciones de inteligencia desde el 5 de marzo 90, fecha cuando se crea el grupo de inteligencia, estando como Director Contra el Terrorismo, el general Edgar Suclla Flores.

"La Fortaleza" comprendía una sala de operaciones, la secretaría, sala de informática, análisis, investigación básica, academia y un pequeño museo y biblioteca “histórica”, en donde se había colocado los objetos, documentos o libros que les habíamos encontrado a los miembros del PCP-SL durante todas las operaciones de inteligencia que llevó a cabo el GEIN. En este lugar se colocaban los "trofeos de guerra" quitados al enemigo.

El servicio de vigilancia fija por los alrededores de "El Castillo" se instaló en Julio de 1992 . Eran seis agentes del GEIN que se turnaban en tres turnos de ocho horas cada una, ubicados en una pequeña habitación , en una casa de tres pisos que estaba en una de las esquinas de la Calle 1 , Urbanización Los Sauces – Surquillo .

Desde muy temprano, los agentes reportaban a “ La Fortaleza“ los movimientos de las personas y vehículos que ingresaban o salían de " El Castillo".

En la mayoría de las veces, veían salir y entrar a una pareja de jóvenes esposos a quienes se les colocó la chapa de "Lolo" y "Lola".

- “ Químico a Físico “- entró a la radio la voz del comandante Marco Miyashiro.

- “Dime Químico, alguna novedad“, le respondí.”

- "Negro“, me dirijo a "La Fortaleza“ y llegó en cinco minutos.

- Bien, “Chino“, nos vemos allá.

En anteriores operaciones de inteligencia, el GEIN había aprendido que toda predecibilidad significa vulnerabilidad porque si el enemigo conoce nuestros movimientos con anterioridad, puede planear estrategias contra nosotros. Es por ello que cada cierto tiempo , se cambiaban las claves en las comunicaciones para desviar la atención , que podían ser los terroristas, el enemigo interno o los agentes de otros servicios de inteligencia que estaban tras los pasos de los miembros del GEIN porque "querían quitarle la presa de los dientes".

No hay que olvidarse que la captura de un dirigentes de SL o del MRTA, no sólo era alcanzar la fama, el éxito, sino que tenían jugosas recompensas.

Esto obligaba a que en toda operación de inteligencia operativa se aplique el arte del engaño que consistía en mantener en secreto los planes para que cuando se ejecuten sus efectos sean fulminantes como el rayo.

Para ello, cada agente utilizaba una clave que ocultaba su nombre y cada lugar también era conocido con una clave en las comunicaciones , las mismas que se cambiaban cada semana , obligatoriamente, con mayor razón al culminar toda la operación de inteligencia .

La experiencia nos había enseñado que cada órgano o componente de un sistema de inteligencia-sean militares, marinos, aviadores, policías, etc.- por la misma necesidad, se convierten en “perros de presa“ , y no se se puede esperar , confianza, lealtad, cooperación. Más, aún, si de por medio habían recompensas como la del líder senderista , Abimael Guzmán, que por esa fecha(1992) , capturarlo era beneficiarse con una jugosa recompensa que bordeaba el millón y medio de dólares(un millón de dólares el Estado y medio millón, la Fuerza de la Ley - institución creada y financiada por empresarios).

Esto explicaba que muchos mercenarios extranjeros lleguen a nuestro país buscando que capturarlo , hacerse ricos con la captura del líder terrorista y trataban por todos los medios de seguirle los pasos al GEIN y adelantarse a su captura. Entonces, para desviarlos, aplicaba la estrategia de la “información errónea” ( desviar el lugar de trabajo, si estábamos por Surquillo, hacíamos ver en las comunicaciones que estábamos por el Callao).

De vez en cuando enviaba un agente de contrainteligencia para comprobar si el estratagema había resultado. y el resultado era positivo, detectábamos en su mayoría , agentes de inteligencia de La Marina, que en esa fecha tenían equipos sofisticados de comunicación para detectarnos.

De tanto enfrentarnos a la muerte en la lucha antiterrorista, aprendimos el valor de la vida y nos convencimos que no existe nada más valioso que la vida misma. Esto justifica todas las medidas de contravigilancia y contrainteligencia que se adoptaban.

Las claves que utilizamos en la operación “Victoria“ se relacionaban a metales ,químicos y una que otra profesión.

“Químico” era Marco Miyashiro, “ Ingeniero“, Luís Valencia , y yo utilizaba la clave de "Físico".

Los tres integrábamos la llamada "Triada“ debido a que antes de tomar una decisión, nos reuníamos y debatíamos el siguiente paso a seguir.

“Ingeniero” se hizo cargo de la parte logística y de vez en cuando salía a la “Cancha” para apoyar las operaciones en el campo.

Estaba a cargo de las operaciones de inteligencia y “Químico“, como más antiguo(me llevaba dos años de egreso de la antigua escuela de la Policía de Investigaciones ) se hacía cargo del GEIN como jefe nominal , pero en los hechos , dejaba que manejase las operaciones , mientras que él hacia lo mismo contra el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Nunca la antigüedad de escuela fue una barrera para entendernos y llevar adelante la unidad sin problemas .

El respeto era mutuo y sabía que era el creador del GEIN y lo diseñé con el objetivo de capturar a la cúpula terrorista.

En 1992, el Gein había crecido , llegando hasta 82 agentes (tres agentes eran mujeres) y estaba organizado en cinco áreas o departamentos : operaciones, análisis, informática, apoyo técnico, investigación básica y capacitación.

El 12 de setiembre de ese año, tres equipos de ovise estaban por inmediaciones de la casa del "Zorro", cuatro equipos en "El Castillo", el resto, en las oficinas esperando que dé la orden para “desatar la tormenta“ (iniciar la fase final de la operación).

Paralelamente, se desarrollaba una operación alterna (Leona) con la intención de desviar la atención y mantener distraidos a cinco grupos de vigilancia del mismo GEIN , para que éstos no estén concentrados en la principal operación y puedan servir de reserva en la fase final.

Realizar una operación principal y otra alterna, permitía quitar la presión continua en la operación principal, distraer las fuerzas y aplicar la estrategia de la información errónea.

-" ¿Cómo está la cancha de fulbol, Ingeniero? "- pregunté por la radio Walkie Talkie.

- "Bien, Físico, los jugadores están instalados en sus puestos y esperan que el árbitro dé el pitazo inicial para empezar el partido"- respondió.

"Ingeniero" era un trabajador incansable, con gran capacidad para albergar rencor y ternura a la vez, cada vez que pasaba lista a los agentes, bajaba y subía el tono de su voz, de acuerdo a la respuesta que iba obteniendo.

Estuvo a mi lado desde el día que lo vi pasando cerca de "La Fortaleza", sujetado por dios policías que lo llevaban cogido de los hombros con dirección a la enfermería de la Dirección Contra el Terrorismo en donde trabajaba .Le había dado su acostumbrada ‘Chiquitolina“. Hacia una semana que había egresado del Curso Superior de Policía y su destino era incierto.

- ¿ Qué pasa, Chino?- le pregunté.

Al escuchar mi pregunta, alzó la mirada y en tono suplicante me pidió que lo llevara al grupo de inteligencia que había creado , según él, “para estar más tranquilo”.

Este policía, veterano en la lucha antiterrorista, cofundador del Delta 8 y que en julio de 1988, había capturado a Osmán Morote Barrionuevo “Nicolás”, mando militar del Comité Regional del Norte, después de este encuentro, al día siguiente, pasó a trabajar en el GEIN, haciéndose cargo del área de logística, un lugar donde podía estar tranquilo.

Por su experiencia y persistencia en el trabajo, poco a poco se convirtió en mi brazo derecho y cada vez que era cogido por sus acostumbrados desmayos, los oficiales se mofaban de él y comentaban en son de broma: “le ha dado su Chiquitolina" (se quedaba paralizado, con la cintura quebrada y le era difícil moverse).

Para que una organización obtenga éxitos se debe empezar por una buena selección del personal, contar con agentes de diferentes capacidades, talentos y habilidades, luego asignarles a cada uno tareas y responsabilidades de acuerdo con sus capacidades y talentos.

“Ingeniero” se destacó como el más adecuado para manejar la parte administrativa y logística. Con el trabajo y reconocimiento a su labor, superó con el tiempo sus extraños desmayos que lo cogían sorpresivamente.

Llevaba los gastos con la prudencia del Judío y cumplía mensualmente con dar dar cuenta cada dólar que se invirtía en la operaciones a “Supermán”, agente de la CIA que servía de enlace entre la Embajada Norteamericana y el Gein, apodo que se había ganado por su gran parecido que tenía con el héroe de las historietas.

Cuando detectaba que faltaba algún agente en su puesto de observación o de vigilancia, se alteraba y perdía el control, no controlaba sus emociones, dejando aflorarlos a través de la radio.

Luego, una voz susurrante, con tono burlón, se escuchaba a través de la radio diciéndole: “Loquito... cálmate... cálmate... loquito..., nosotros hacemos de la paciencia un arte y de la espera una virtud...”

No bien culminaba la sibilante voz , se desataba una explosión hilarante de los demás atentes que estaban atentos a la llamada. Ingeniero nunca pudo detectar quién o quiénes eran los graciosos que se burlaban de él.

Pero el susurro alcanzaba su objetivo: lo calmaba, como por arte de magia y, luego seguía pasando lista, sin perturbarse.

“Ingeniero” en poco tiempo convirtió la oficina del Gein en su segunda casa, mandó traer una cama, televisor, uebles de su casa firme y uno de los ambientes del Gein pasó a ser su dormitorio.

El día 11 de setiembre de 1992, los analistas operativos (tenientes Gil y Bonilla) me alertaron que debido al tiempo de ovise (más de tres meses), la Operación Victoria estaba atravesando su momento más delicado.

El día anterior, cuando moría la tarde, Calcio, jefe del grupo ovise a cargo del seguimiento del "Zorro,", había observado que este sujeto daba más vuelta de las previstas, trataba de "quitarse la cola" (perder la probable ovise), se paraba de manera intempestiva al voltear una esquina, volvía sobre sus paso,s luego cruzaba la calle y si observaba alguna persona parada en una esquina, se le ecercaba, de manera descarada lo miraba a los ojos y si se ponía nervioso, le preguntaba "¿ por qué lo estaba siguiendo?".La respuesta que recibiría le daba un indicador al "Zorro" si era seguido o no.

Los agentes del Gein estaban advertidos sobre estas actitudes de los terroristas para voltear la "Ovise"( observación y vigilancia).


La técnica de ovise , no obstante que la habíamos perfeccionado, se desarrollaba tomando en cuenta las peculiaridades del objetivo y cada dos horas , por precaución, se cambiaban agentes y vehículos para evitar la "quemada".

Con el Zorro, como era avispado y mantener la ovise más de una hora era toda una proeza, el cambio se hacía cada hora.


Es por ello, que el seguimiento se hacía por horas y no más de cuatros horas por día, según los medios y personal que teníamos. Después, había que dejarlo y cambiar de"objetivos".

Los "mordedores" del Gein, descontando los que trabajaban en el área de logística y administración, análisis, informática, apoyo técnico y academia, no pasaban de cuarenta y el Zorro, era uno de los 20 objetivos que tenìamos que seguir todos los días.

Cuando Calcio me alertó del nerviosismo exagerado del Zorro ( tres de la tarde del 11 de setiembre ) tomé la decisión de "desatar la tormenta", apenas salga del departamento que estaba ocupando en un solar ubicado en Balconcillo-La Victoria. Y, a partir de ese momento, se daba por concluida la Operación Victoria. La orden era que apenas salga de su casa, le den una largona y lo intervengan a tres cuadras de su vivienda.

No quería perder un coordinador nacional, responsable del nexo entre la Dirección Central con los aparatos centrales porque su sola captura era suficiente para justificar cualquier operación de inteligencia.

La Operación Victoria iba a culminar el viernes 11 de setiembre, pero sucedió un imprevisto que no estaba en los planes: el Zorro salió de su casa como a las cuatro de la tarde, caminó hasta la avenida México, abordó un taxi y se perdió por las inmediaciones.

El oficial a cargo de la ovise reportó la pérdida del "Zorro", cogido por la desesperanza, la frustación y lamentándose de su mala suerte. Los integrantes del grupo de Calcio y Anteojado empezaron a echarse entre ellos la culpa entre ellos por la desaparición del "Zorro".

Para calmarlos, les dije que muy pocos sabían que se ha había desatado la tormenta y que había que esperar al día siguiente, siempre y cuando el objetivo no haya detectado la ovise. Me aseguraron que no se había dado cuenta que lo seguían.

Tendrían otra oportunidad, siempre y cuando el "Zorro" aparezca nuevamente, tal como sucedió. A las siete de la noche, un agente reportó que el objetivo había regresado a su vivienda , tranquilo, mirando a todos lados, pero que era una actitud común en ellos.

Siempre nuestros mejores golpes fueron los fines de semana o en los días feriados. Así teníamos a nuestro favor dos principios claves en la lucha, la sorpresa y la oportunidad.
Los terroristas no podían concebir que en esos días pudiese haber un grupo de policías tratando de vigilarlos y seguirlos.
Sabían nuestra rutina diaria y habían observado que los policías trabajan de lunes a viernes, desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde y que los fines de semana o días feriados, quedaban solos en la oficina, los de servicio de guardia y un pequeño grupo de seguridad.

La Operación Victoria no podía esperar más.

Estaba cerca el 15 de setiembre, fecha especial y de gran significado para los "rayas"(ex PIP). Hasta ese momento, las operaciones de inteligencia anteriores habían estado ligadas a fechas trascendentales como el 19 de setiembre de 1990 (se desarticula el aparato central de propaganda ).


Cuando trabajas con inteligencia, te puedes dar pequeños lujos: escoger el día, la hora y el lugar para el golpe.

Otro detalle era que para no perder la oportunidad y la sorpresa, primero se golpeaba y luego se reportaba al comando de la DINCOTE. Nunca tuvimos problemas para encontrar alguna justificación del golpe sin conocimiento del comando: había el temor de perder el objetivo por que se había dado cuenta de la ovise, etc.

Al comienzo, no todos los generales aceptaban las disculpas debido a que se les "quemaba la película ", pero lo importante eran no perder la oportunidad y la sorpresa. Cuando veían los resultados, se calmaban.

El grado de general en la policía está muy contaminado por la política y lo primero que piensan es quedar bien con el director general, el ministro o el jefe nominal del SIN (Vladimiro Montesinos).

El Gein era autónomo en el desarrollo y ejecución de las operaciones de inteligencia. Así fue desde la primera operación (ISA) y trataba por todos los medios que no se contamine políticamente.


Por parte de la DINCOTE, obtuvimos poco apoyo , no obstante que después de cada operación era la más favorecida, no sólo en cuanto al éxito que se obtenía , después de cada operación de inteligencia , sino también en cuanto a la ayuda económica que se obtenía con motivo , justamente, de estos éxitos ohtenidos, empezaba a llegar la ayuda por parte del gobierno o del ministerio del Interior ; ayuda que se suponía debía llegar al GEIN, pero nunca fue así, la mayoría terminaba en los bolsillos de los generales , principalmente a partir de los inic8os del 92, cuando el general Ketin Vidal se hizo cargo de la Dirección Contra el Terrorismo .

Entonces, ¿ con qué derecho podían pedir resultados?

La ayuda principal (cinco mil dólares mensuales) que recibíamos era de los Gringos de la embajada norteamericana a través de "Supermán" y "Cara Cortada" (llamado así por un tic nervioso que tenía en la cara ). Los norteamericanos nos apoyaron desde la primera operación de inteligencia.

No fue fácil convencerlos que el Gein era un grupo que trabajaba con inteligencia, diferente a los grupos policiales tradicionales. Sin lugar a dudas, el apoyo más importante que nos dieron se dio en el área de capacitación, principalmente sobre técnicas de análisis de documentación y mimetismo (disfraces y cubiertas) y ovise (seguimiento y vigilancia).


Ambos teníamos frente a un enemigo común y necesitábamos ayudarnos mutuamente para desarrollar nuestras operaciones, no sólo para el mantenimiento de los vehículos y equipos, sino también para la capacitación, compra de disfraces, así como bolsas de víveres para mitigar el magro sueldo de los agentes.

Me había convencido de que el Gein podría alcanzar resultados sin la ayuda norteamericana, pero con el apoyo de ellos, el camino se hacía más fácil, menos duro y sobre todo, estábamos protegidos y motivados para seguir adelante cuando se desataban los celos profesionales de otros órganos de inteligencia o grupos deltas que intentaban hacer fracasar al Gein.

La ayuda yanqui a las fuerzas "reaccionarias" no era del todo desconocido para Sendero Luminoso. Así lo dejan entrever en "Sobre las Dos Colinas" (diciembre 91).

El Comité Central del PCP-SL llegó al convencimiento de la participación del Imperialismo Yanqui en la guerra contrasubversiva del Perú a través de un tratado secreto donde se acordaba la presencia de instructores militares para conformar grupos operativos de inteligencia, así como en la elaboración y ejecución de planes específicos de acción contrasubversiva, políticas y económicas, tras el cuento de la lucha contras las drogas.

Además , todo ello era parte de la Guerra de Baja Intensidad, donde se privilegiaba la ayuda en el área de inteligencia.


Si los "Gringos" nos ayudaban, pues sea bienvenida la recíproca ayuda.

El enemigo era el mismo y los resultados que obteníamos, después de cada operación de inteligencia, justificaban la inversión.


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