sábado, 17 de octubre de 2009

Las mentiras de un héroe



Fuente: Daniel Dominguez Z.
El periodista peruano, José Carlos Paredes ganó el premio Nuevo Periodismo por su investigación “Las mentiras de un héroe oficial “, sobre el general Antonio Ketin Vidal Herrera .
¿La recompensa? La admiración de muchos y de paso, 25 mil dólares.

La noche del 12 de septiembre de 1992 fue inolvidable para José Carlos Paredes, que por entonces tenía 22 años y dos de trabajar como reportero de televisión. Ese día se alegró hasta las lágrimas cuando escuchó por radio una noticia insólita: capturaron a Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, grupo terrorista responsable de 26,000 muertes y de 20,000 millones de dólares en pérdidas materiales en Perú por 12 años de insurgencia armada que él encabezó.

En la madrugada constató por televisión lo que quizá sus oídos no habían querido reconocer del todo: que Guzmán estaba preso y que se le veía una sombra de terror pintada en el rostro. Al lado del asesino estaba un hombre que luego sería relevante en la vida de José Carlos Paredes: el general de policía Antonio Ketín Vidal Herrera, la persona que atrapó al enemigo número uno del Perú.

Vidal Herrera se convirtió en un titán nacional en un abrir y cerrar de ojos. Recibió homenajes aquí y allá, le regalaron un Volvo de lujo, 40 mil dólares de recompensa y hubo sectores que ya lo veían como presidente de su país. Incluso inspiró al personaje de la novela The Dancer Upstairs, del inglés Nicolas Shakespeare y que en 2002 el actor estadounidense John Malcovich convertiría en su debut detrás de las cámaras y que protagonizara el español Javier Bardem.

Pero cuando disminuyó la euforia de que la justicia había vencido a la barbarie, llegó la serenidad, y de a poco, Paredes descubrió que no todo lo que brilla es oro.

Una obsesión recompensada

En los últimos tres años, José Carlos Paredes ha tenido una obsesión pegada a la piel: desenmascarar a Vidal Herrera. Ha entrevistado a más de 50 personas y ha consultado más de 70 mil papeles provenientes de la Contraloría, el Poder Judicial y el Palacio de Justicia del Perú. El fruto de su investigación fue publicado en agosto de 2004, en la edición número 15 de la revista Etiqueta Negra: "Las mentiras de un héroe oficial".

Entre los negocios del militar, según se extrae de sus pesquisas, era "el alquiler de su auto a la unidad policial que el mismo Vidal comandaba. El otro era enviar a reparar todos los coches de esa unidad en un taller de mecánica que administraba su hermano, Walter Vidal".

La investigación de Paredes también reveló que Vidal Herrera expropió un terreno para construir un edificio de apartamentos y "compró cinco casas valiéndose de testaferros". Sin olvidar su estrecha relación con Vladimiro Montesinos, asesor presidencial de Alberto Fujimori, preso actualmente por narcotráfico, contrabando de armas y violación de derechos humanos.

El reportaje de Paredes obtuvo el premio Nuevo Periodismo 2005, que otorga anualmente la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la empresa Cemex. La recompensa son 25 mil dólares, que le serán entregados el 28 de agosto, en una ceremonia en Monterrey (México), de manos del escritor Gabriel García Márquez.

"Ese dinero servirá para que pueda concluir un documental sobre la vida de Vidal y un segundo proyecto para un libro, basado en la otra historia que publiqué en Etiqueta Negra (El código La Pinchi, finalista del Premio de Crónica Seix Barral). Quizá eso sólo sea posible si renuncio a mi trabajo de favorecido asalariado de la televisión. Durante esos meses, mientras termine mis proyectos, tanto el colegio de mi hija como los gastos corrientes de la casa los giraré a nombre de Cemex/FNPI".

Opina Paredes, en una entrevista exclusiva para Mosaico, que la distinción del FNPI se convierte en "una reivindicación para el periodismo de investigación peruano, que en la década del 90 trabajó en condiciones muy difíciles, en medio de amenazas y con un difícil acceso a la información pública. En el fondo es un premio a la perseverancia".

De su oficio tiene una filosofía que aplica con certeza: "la obsesión por encontrar la verdad, quizá sólo en el periodismo, no es una perversión". Al contrario, plantea que es necesaria una cuota importante de ese deseo para superar los retos de una investigación.

"Sacrifiqué mi tranquilidad familiar, fui víctima de amenazas, perdí la amistad de algunos periodistas que, por investigar a ,su amigo,, me atacaron. Me dijeron desde fujimontesinista hasta sicario, pero la obsesión fue el único combustible de mi trabajo, una suerte de sed que el tiempo ha saciado dándome la razón", dice este periodista que no recibió paga cuando publicó "Las mentiras de un héroe oficial" en Etiqueta Negra.

Verdades jamás contadas

El general Vidal Herrera de 1992 fue el héroe que "los peruanos necesitábamos a gritos. Al margen de si lo fue o no, representó el papel del Supermán engalanado que defendió la vida, la democracia y la paz. Sin capa roja fue el símbolo del bien para un país horrorizado, y se puso sobre los hombros el título de salvador, aunque nunca lo fue, sólo porque 22 millones de peruanos necesitaban a alguien en quien creer".

Lastimosamente Paredes admite una de esas verdades que ponen triste: "la corrupción en el Perú no empieza ni termina con Vidal. Él es el caso emblemático de un falso valor, y quizá su doble moral y su tenebroso lado oscuro lo convierten en el protagonista, a la postre, de una gran decepción".

Lo que todavía le asombra es que Vidal Herrera sea astuto para vender su mejor imagen a los demás. "No sólo porque hasta hoy, a pesar de las pruebas, muchos siguen creyendo en su pasado intachable, sino porque es inmejorablemente hábil para reconocer la oportunidad de arrogarse logros ajenos. Además, ha desarrollado una cualidad innata para creerse sus mentiras. Ese, para ser honesto, es el defecto más virtuoso que posee".

Reacciones de un señor jubilado

Los primeros resultados de lo encontrado por Paredes contra Vidal Herrera aparecieron en el año 2002, en una serie de reportajes para la pantalla chica. Por entonces, el militar dio una sola entrevista al programa Entrelíneas, que conducía la periodista Cecilia Valenzuela, en un canal de televisión por cable.

En esa intervención pública, el general amenazó con denunciar penalmente a Paredes y reiteró que todo era una campaña para desprestigiar su intachable reputación. Valenzuela no le preguntó a Vidal Herrera por los reportajes de Paredes, sino que atacó duramente a su colega. Cuando se publicó la historia completa en Etiqueta Negra, Vidal cambió de estrategia: guardó silencio.

Estaba literalmente "inubicable en Lima, no respondió a ningún medio". Pero unas semanas después, durante la segunda semana de septiembre de 2004, el diario El Comercio de Lima publicó, "aparentemente, con ocasión del 12 aniversario de la captura de Abimael Guzmán, una extensa nota defendiendo a Ketín Vidal con los argumentos que siempre repite el general".

El resto de los medios del Perú optaron por una de dos salidas. "Unos comentaron la investigación e intentaron conocer la versión del general, como Radioprogramas, la cadena de radio más importante del país, o como el periodista César Hildebrandt, considerado el más influyente. Pero hubo otros, como la revista Caretas o la misma periodista Cecilia Valenzuela, que optaron por no tocar el tema". Vidal nunca denunció penalmente a Paredes.

Investigador e investigado han tenido en 2006, luego de saberse lo del galardón por Las mentiras de un héroe oficial, una singular forma de comunicarse. Aunque no han conversado directamente y Vidal Herrera se ha negado a que Paredes forme ningún panel de entrevistadores, sí han sostenido "una especie de debate con horas entre la intervención del uno y la del otro. A él le preguntaban por mis argumentos y a mí por sus respuestas. Todo un curso de argumentación por radio y televisión".

Hoy Vidal Herrera es un policía jubilado que resucitó luego de la distinción que le dieron a Paredes. "Hasta donde sé, trabaja como asesor externo en seguridad para la cadena mexicana Azteca Televisión. Viaja entre Lima y el DF constantemente. En Lima se dedica a defenderse de la causa penal que tiene abierta por el delito de enriquecimiento ilícito, después que la Fiscalía de la Nación lo denunciara tras dos años de indagaciones" sobre la compra de casas "sobre la base de mi trabajo periodístico".

De García a Fujimori

Las administraciones de Alan García y Alberto Fujimori han tenido, indirectamente, lazos con Antonio Ketín Vidal Herrera. En julio de 1985, durante el gobierno del primero, el militar fue expulsado de la Policía de Investigaciones por ser uno de los oficiales que recibía regalos por parte de narcotraficantes (asistió al matrimonio de la hija del cabecilla que tenía el cinematográfico apodo de "El Padrino").

¿Por qué no fue a la cárcel? De acuerdo con las fuentes consultadas por Paredes, porque era un protegido de Vladimiro Montesinos, quien fue su compañero de clases cuando estudiaban en una escuela militar de Lima, y por un tiempo se beneficiaron mutuamente con tratos preferenciales. Fue Montesinos quien a finales de los 80 lo ayudó a regresar a la policía y a que lo ascendieran rápidamente a general.

En tanto, bajo el mandato de Fujimori fue capturado Abimael Guzmán. Esta proeza molestó a Montesinos, que se sintió traicionado porque Vidal Herrera no dejó que fuera él quien agarrara al terrorista. Segunda traición.

Cuando Montesinos cayó de su pedestal, con la renuncia de Fujimori en 2000, huyó velozmente a Venezuela. Fue Vidal Herrera, entonces ministro interino del Interior, quien lo trajo de vuelta al Perú. Tercera puñalada por la espalda.

No puede ser peor

Preguntado José Carlos Paredes sobre cómo ve que García esté por segunda vez en la silla presidencial del Perú, respondió que "quiero pensar que su primer gobierno fue tan desastroso que sería imposible que esta vez supere la desgracia anterior, sin embargo, con García lo único seguro es que nada está asegurado. Él dice que ha cambiado y que esta vez quiere reivindicarse con la historia, quiere limpiar su nombre. No fue precisamente el mejor candidato, era el menos malo si lo comparas con la improvisación y fascismo de Humala (ex militar nacionalista a quien venció en la pasada contienda electoral)".

-Por otro lado, ¿qué pasaría si Alberto Fujimori, que gobernó entre 1990 y 2000, anunciara que luchará por la presidencia para el siguiente período?

-"Sólo confirmaría ese camino cíclico, pendular, casi esquizofrénico de los peruanos. Como si intentáramos confirmar que acá el crimen sí paga y que premiamos a los sinvergüenzas con el botín de las arcas estatales por segunda vez".

El chico y la radio

De niño, Paredes escuchaba las noticias por la radio, "mientras mi madre preparaba el desayuno. Me fascinaba la idea de que algún día mi voz se escuchara por la radio, de informar en tiempo real sobre lo que sucedía en cualquier parte. Entonces vivía en Huancayo, en la sierra central del Perú, donde crecí hasta los 17 años. La idea de la radio quedó atrás, pero no las ganas de informar ni después las de contar".

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